El precio del dólar para el año que viene es una variable clave que los empresarios todavía miran con cierto desconcierto. La alta volatilidad que viene mostrando desde hace casi un mes agregó un grado de incertidumbre importante a la industria y, con el año llegando a su tramo final, ahora ya comienzan a hacer cuentas para lo que es el presupuesto del año que viene.

Los empresarios que participan del 61° Coloquio de IDEA, este año la divisa cerrará en torno de los $ 1600, y para el arranque de 2026 ya hablan de un incremento cercano al 20%, por lo que se ubicará cerca de los $ 2.000, al menos en el primer trimestre.
“Hoy ir más allá del comienzo del año que viene es muy difícil. Con las elecciones de por medio, ya incluso es complejo pensar con certeza en lo que será el camino hacia fin de año. Pero de todos modos tenemos nuestras previsiones, y estamos pensando en un valor cercano a los $ 2.000 en el arranque de 2026”, sostuvo a Clarín un hombre ligado al mundo industrial.
Una de las grandes expectativas que tienen los empresarios en torno del dólar tiene que ver con la forma en que se moverá la cotización de la divisa estadounidense, más allá del valor que alcanzará.
La incógnita que aparece en este sentido pasa por si sobrevive o no el esquema de bandas que funciona actualmente, y en ese caso hasta dónde se llevará. Aquí, además, surge otra de las variables que se debe analizar, y que tiene que ver con la posible suba del piso y del techo, lo que implicaría una devaluación de hecho.
La industria, atenta a los movimientos del dólar. REUTERS
“Esto nos complica la posibilidad de hacer previsiones concretas. Nosotros nos estamos basando en el discurso oficial, que no habla de devaluación. Pero desde ya que si esto llegara a ocurrir todo cambiaría y ya tendríamos que hablar de otros números”, apuntaron desde una alimenticia.
El otro gran tema que aparece atado a esto está relacionado con qué ocurriría con el consumo, una situación que incluso hoy ya se presenta, y que genera todo tipo de estrategias para evitar que el alza del dólar genere un corrimiento hacia los precios, y con eso ocasionar una erosión mayor sobre el nivel de consumo.
Al respecto, los industriales no dudan. “Si hoy, aunque poco, ya tuvimos que hacer algunas correcciones, con un avance en la cotización como el que estamos previendo no hay chances de que no se de un traspaso a precios. Sabemos del riesgo que se corre en cuanto a consumo, que hoy ya está achatado, pero es imposible pensar en absorber un alza como la que estamos previendo”, dijo uno de los empresarios presentes en IDEA.
En cuanto al consumo en particular, y más allá de lo que se pueda dar en cuanto al avance del dólar, las expectativas empresarias no son las mejores. Hablan de un “tercer trimestre muy malo”, y entienden que no debería haber razones para pensar que algo cambiará de aquí a fin de año.
“Si el dólar se va a cerca de $ 1.600, que es parte de lo que estamos viendo para el cierre de 2025, será difícil no volver a retocar precios. Está claro que la respuesta por parte de los consumidores no será la mejor, pero ya los precios tienen un nivel de atraso porque vemos que no hay capacidad de absorción de aumentos por parte de los consumidores”, explican los empresarios.
Esto, desde ya, tendrá una repercusión muy variable en cuanto a los sectores que se analicen. Aquellos que tienen necesidad de acudir a insumos importados –o que directamente vendan productos del exterior- tendrán mayor necesidad de rever sus políticas de precios.