Los escenarios de “Nada”: Robert De Niro y Luis Brandoni nos llevan de paseo por Buenos Aires
La serie de Star+ muestra la capital de Argentina en todo su esplendor: desde sus clásicos lugares turísticos hasta joyas gastronómicas no tan populares
Por Maria Eugenia Capelo
Manuel Tamayo Prats (Luis Brandoni) es el protagonista de Nada, la nueva serie que puedes ver en Star+. Él es un crítico gastronómico porteño que se encuentra en pleno proceso de escribir un libro pero se está demorando en la entrega. Mientras tanto su amigo, Vincent Parisi (Robert De Niro), vive en Nueva York y es quien introduce cada episodio de la serie comentando algunas típicas expresiones argentina como “remar en dulce de leche”, “la verdad de la milanesa” o “comerse un garrón”. En el episodio final, De Niro coincide en todas las escenas con Brandoni, y ambos personajes recorren Buenos Aires.
La ficción sigue la vida de este mal llevado de Manuel, quien durante años ha vivido con una mujer (María Rosa Fugazot) que actúa como su asistente personal, ama de llaves y cocinera. Un evento inesperado lo lleva a contratar a Antonia (Majo Cabrera), una joven inexperta originaria de Paraguay, para asistirlo en tareas domésticas. Manuel se ve obligado a guiarla en múltiples aspectos de su vida, desde relaciones y preferencias personales hasta temas culinarios. Este encuentro genera una serie de situaciones inusuales y contradictorias que resultan en aprendizajes significativos para los dos. En medio de este cambio, el protagonista recibe la visita de su viejo amigo Vincent, un reconocido escritor de Nueva York. Juntos, disfrutan aventuras que incluyen degustaciones gastronómicas, lecturas y paseos, todo ello con la capital de Argentina como telón de fondo.
Luis Brandoni y Robert de Niro en «Nada», de Mariano Cohn y Gastón Duprat, ya se puede ver en Star Plus. (Créditos: Star+)
“Está siempre despierta, al acecho, esperando para empujarte al vacío… o para darte una mano. Te sorprende, para bien o para mal. Es compleja, contradictoria, sofisticada, salvaje y encantadora. Y lo mejor de todo, es impredecible”, así describe Vincent a la cosmopolita Buenos Aires que, según su criterio, tiene mucho en común con su amada Nueva York.
El universo íntimo de Manuel en La Boca
La despensa de Manuel, un tesoro oculto en su vivienda, refleja la diversidad de su paladar con una mezcla de ingredientes locales y exóticos. (Créditos: Star+)
En el relato, Vincent se desplaza de Nueva York a Buenos Aires con el objetivo de asistir al lanzamiento del más reciente libro de Manuel. Su travesía en la ciudad argentina comienza en el domicilio de Manuel, situado en el núcleo del emblemático barrio de La Boca. El entorno personal del renombrado crítico de gastronomía es singular. La vivienda, llena de color y distinción, está adornada con objetos seleccionados con esmero, sirviendo como un espejo fiel de su propietario. Es digno de destacar su cocina, y en particular la despensa. Este recinto, repleto y de pasadizos estrechos, está lleno de estanterías que albergan una amplia variedad de especias e ingredientes, tanto locales como foráneos, que Manuel emplea en sus diversas creaciones culinarias.
Un bife a caballo de 900 gramos en el corazón de Once
Manuel y Vincent hacen una parada obligada en una parrilla de Once, donde el bife a caballo de 900 gramos se convierte en el protagonista del menú. (Créditos: Star+)
Durante su recorrido por Buenos Aires, Manuel y Vincent se dirigen al barrio de Once, donde hacen una visita ineludible a una parrilla local de renombre. Al ritmo de un bandoneón que resuena en el ambiente, ambos degustan el plato estrella del menú, según palabras del camarero: un bife de ternera de Angus de 900 gramos, supuestamente criada a pasto, acompañado de dos huevos fritos. En Argentina, este plato es conocido como “bife a caballo” y su carne es tan tierna que puede cortarse con una cuchara.
Crepúsculo en La Boca con el puente como telón de fondo
Un atardecer en La Boca se convierte en un momento inolvidable para Manuel y Vincent, con el histórico puente Nicolás Avellaneda como escenario. (Créditos: Star+)
La ruta de Manuel y Vincent se ve realzada por un atardecer espectacular, con el histórico puente transbordador Nicolás Avellaneda como escenario. Inaugurado en 1914, esta estructura de hierro es parte integral del perfil distintivo del barrio de La Boca, que también cuenta con la famosa y colorida calle Caminito.
Del Obelisco a Diagonal Norte
Desde el icónico Obelisco, Manuel y Vincent inician un recorrido que los lleva a comparar este monumento porteño con su homólogo en Washington D.C. (Créditos: Star+)
En el corto tiempo que Vincent pasa en Buenos Aires, él y Manuel inician su exploración de la ciudad desde su epicentro: el Obelisco. Al transitar por Diagonal Norte, los amigos establecen una comparación jocosa entre el monumento local y su homólogo en Washington D.C. Vincent acierta en su observación: el Washington Monument tiene una altura de 169 metros, superando los 67,5 metros del Obelisco porteño.
Plaza San Martin, Arroyo y Florida
La serie resalta la dualidad de Buenos Aires a través de las calles Arroyo y Florida, cada una con su propio carácter y atractivo para residentes y visitantes. (Créditos: Star+)
En los primeros cuatro episodios, Manuel visita diversos lugares de la ciudad. Uno de estos sitios es la Plaza San Martín en el barrio de Retiro, una de las plazas más antiguas de la ciudad. Declarada lugar histórico en 1942, la plaza no solo destaca por su diversa flora sino también por sus monumentos y obras escultóricas significativas. La serie también pone de relieve la particularidad de dos calles que son un reflejo de la identidad porteña: Arroyo y Florida. La primera, con un aire elegante y reminiscencias parisinas, es hogar de cafés con encanto y galerías de arte. La segunda, una vía peatonal llena de actividad, atrae a miles de residentes y visitantes cada día.